Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad en el año 2025
El ecodiseño es mucho más que una tendencia: se ha convertido en una estrategia clave para las empresas que desean ser competitivas en un mercado cada vez más exigente y consciente de los retos medioambientales. En Alcoy y la comarca, con sectores tan relevantes como el textil, el papel, el plástico, la cosmética, la maquinaria industrial o la metalurgia, el ecodiseño representa una oportunidad única para diferenciarse y abrir nuevas vías de innovación.
El concepto de ecodiseño parte de una premisa sencilla pero poderosa: pensar en todo el ciclo de vida de un producto desde el momento mismo de su concepción. Esto implica valorar qué materiales se van a utilizar, cómo se va a fabricar, cuánto va a durar, qué recursos energéticos necesitará, y cómo se gestionará una vez termine su vida útil. En definitiva, diseñar teniendo en cuenta no solo la estética y la funcionalidad, sino también el impacto ambiental.
Una de las primeras claves es la elección de materiales. Apostar por materias primas recicladas, reciclables o de origen renovable permite reducir la huella ecológica del producto. En el sector textil, por ejemplo, esto se traduce en tejidos creados a partir de botellas de plástico recicladas o fibras naturales cultivadas de manera sostenible. En la industria del envase y embalaje, significa sustituir plásticos de un solo uso por alternativas biodegradables o compostables.
La segunda clave es el menor consumo energético durante la fabricación. La eficiencia en los procesos productivos, el uso de energías renovables o la aplicación de tecnologías más limpias contribuyen a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, a reducir costes para las empresas.
La tercera es la durabilidad. Diseñar productos que duren más tiempo es una de las formas más directas de cuidar el planeta. La obsolescencia programada ha demostrado ser un camino insostenible; en cambio, los consumidores valoran cada vez más la resistencia, la calidad y la posibilidad de reparar sus productos.
El ecodiseño también fomenta la creatividad y la innovación. Integrar principios de economía circular —como la modularidad, la reutilización de componentes o la facilidad de reciclaje— abre nuevas oportunidades de negocio y mejora la reputación de las marcas. No se trata solo de “cumplir con la normativa”, sino de anticiparse a las demandas del mercado y generar valor añadido.
En Alcoy y las comarcas centrales ya hay ejemplos de empresas que están apostando por este camino, combinando tradición industrial con nuevas soluciones sostenibles. Este esfuerzo no solo beneficia al medio ambiente, sino que posiciona a la región como un referente en innovación responsable. Desde la Cámara de Comercio de Alcoy animamos a las empresas a explorar las posibilidades del ecodiseño, a formarse en esta materia y a aprovechar los recursos y ayudas disponibles. Porque innovar y ser sostenible no son metas contrapuestas: son dos caras de la misma moneda para garantizar el futuro de nuestras empresas y del planeta.




